Antes de llegar a nuestros aparatos electrónicos, el tántalo es sometido a una serie de pruebas en el Congo, donde se encuentran las reservas más grandes de coltán (un 75% aproximadamente), mineral del que es componente el tántalo.
Sin embargo, en Bandulu, al este del Congo, donde abundan las minas de coltán, no hay móviles inteligentes y los pocos móviles que hay tardan una noche entera en llegar al 25% de batería.
Las minas de coltán se llenan cada día, al amanecer, de miles de mineros, ya sean hombres, mujeres o niños, sin ningún tipo de seguridad, arriesgando su vida por un miserable sueldo de menos de un dolar al día.
Varios grupos armados congoleños, ruandeses y ugandeses obligan a las poblaciones locales a trabajar en las minas bajo su control, extorsionan a los mineros mediante impuestos ilegales o se llevan parte de los minerales que estos extraen. El propio ejército congoleño, corrupto y mal pagado, participa de estas actividades. Los procedentes de estas minas son los llamados minerales de conflicto o de sangre.
En 2010 EEUU aprobó una ley, ''La ley Obama'' que obliga a las empresas norteamericanas a certificar que las materias que usan para la fabricación de sus productos no proceden de la guerra. Esto incluye el tántalo (coltán), el estaño (casiterita), el oro y el wolframio.
Para comprobar que los minerales están limpios de guerra, hay que asegurarse de que la mina no está controlada por grupos armados y que no trabajan en ellas ni mujeres ni niños forzados. Después de esto el Gobierno tiene que llegar a las minas con el material de certificación, cosa que es muy difícil por el escarpado acceso a ellas. En cinco años solo 400 minas de 5.000 que hay, han obtenido la luz verde. Mientras que en Europa no se ha hecho ni el intento. Hay unas 880.000 empresas que utilizan posibles minerales de sangre.
Mi opinión:
Me parece una vergüenza hasta donde puede llegar el ser humano con tal de ganar un poco de dinero. Somos capaces de explotar a millones de personas sin piedad alguna haciéndolas trabajar en condiciones inhumanas y sin pagarles ni una cuarta parte de lo que trabajan, solamente por unas monedas. Cosas como estas hacen que pierdas la fe en la humanidad, porque ¿qué hay peor que esto? ¿qué será lo siguiente?, vivimos en un mundo en el que importa más el dinero que las personas. Sinceramente, hay veces que me avergüenzo de pertenecer a esta especie a la que llamamos "humanos", porque en ocasiones tiene mas sensibilidad cualquier animal que nosotros.
Toda esta información ha sido sacada de: http://internacional.elpais.com/internacional/2012/02/14/actualidad/1329224647_395323.html y http://internacional.elpais.com/internacional/2016/02/19/actualidad/1455896992_924219.html.